Preguntas Frecuentes
La mayoría de los sistemas de sanación trabajan sobre los flujos de energía, limpiando o traspasando energía de manera general a todo el campo energético del o la paciente. El o la paciente suele ser un participante pasivo, que “recibe” la energía y luego se va.
En Adaba, en cambio, el o la terapeuta busca la causa energética detrás del problema del paciente, detectando específicamente qué es lo que está causando el conflicto, explicándolo desde un punto de vista energético y trabajándolo desde allí.
Adaba requiere de una conversación previa con el paciente, y también de una reflexión posterior de la persona sobre lo aprendido y observado en la sesión. Adaba es aprendizaje.
Adaba no trabaja con una sola energía en específico, sino que entrega múltiples y muy diversas frecuencias de energía, de acuerdo a lo que el paciente necesita
No hay un método específico, o un paso a paso. Cada sesión de Adaba es distinta, sujeta a la intuición del terapeuta y a los caminos del alma del paciente.
En Reiki, la labor del sanador se limita a la de ser un canal para la energía Reiki que es un tipo específico de energía, y para transmitirla existen iniciaciones especiales.
En Adaba el sanador o la sanadora ocupan un rol activo, porque no sólo administra energía al o la paciente sino que también debe saber hacer un diagnóstico preciso en términos energéticos y emocionales, y operar las estructuras que estén a la base. Su labor es muy parecida a la de un cirujano, retirando elementos que son la causa del daño, modificando otros, y aplicando no uno solo, sino diversos tipos de energía cuando es necesario. Adaba no tiene iniciaciones.
Puede complementarse con terapia floral, que se puede dar a el o la paciente durante la sesión y/o una vez finalizada con un compuesto especial para cada persona.
Aunque no es el enfoque principal de Adaba, en las sesiones suele surgir mucha información de otras vidas. Si estás buscando esa información, puedes decirle a tu terapeuta que te gustaría enfocarte en el trabajo regresivo. Siempre y cuando esté relacionado con el conflicto actual que se quiere resolver.
Ambas son complementarias. A veces el proceso de psicoterapia necesita un trabajo en la energía para lograr desbloquear obstáculos, y también el trabajo energético requiere de comprensiones y toma de conciencia para lograr mantener los cambios realizados. Sin embargo, no es imprescindible seguir una terapia psicológica para acompañar Adaba.
Varios de nuestros terapeutas y estudiantes son psicólogos, y también trabajamos en conjunto con psicólogos que nos derivan a sus pacientes.
No lo reemplaza, aún cuando muchos pacientes descubren que con Adaba logran prescindir de los medicamentos. Esto es especialmente común en los casos de pacientes con depresión, estrés o angustia. No obstante, esto resulta una decisión del propio paciente en conjunto con su médico tratante, que ven y evalúan los resultados responsablemente; en todos los casos el sanador o la sanadora recomiendan al paciente precaución antes de tomar cualquier decisión de ese tipo.
Es una ayuda importante ya que a través del trabajo con las estructuras, las heridas y grietas de la energía, las personas con depresión pueden tener cambios muy notorios en pocas sesiones de Adaba.
Dependerá del problema particular de la persona y de cuánto quiera profundizar. A algunos pacientes les basta con unas dos o tres sesiones y ya sienten una mejoría sustancial. Otros necesitan más tiempo, no sólo porque a veces vienen con un daño mayor, sino porque sus objetivos son mayores.
Adaba es combinable con la gran mayoría de las terapias alternativas, ya que la gran mayoría de éstas trabaja algún nivel energético. Dentro de las terapias más usadas están la Psicoterapia, la Terapia Floral, la Medicina China (que incluye la acupuntura), la Terapia Regresiva, la Programación Neurolingüística (PNL), el Reiki, TFT, EMDR, y muchas otras.
En muchos casos hemos conseguido grandes avances. Sin embargo, los resultados son variables, y siempre nos enfocaremos en la base emocional de la enfermedad, en el aprendizaje y acompañamiento. La enfermedad también es una oportunidad de conocer nuestra propia mente y aprender.
La mayoría de las veces sí. En Adaba exploramos la manifestación energética del síntoma. Sobre todo cuando no hay una causa médica, es muy posible que la causa sea emocional/mental y que sea resuelta a través de la energía.
Se puede complementar con otras terapias y se pueden lograr cambios positivos. En fases avanzadas de la enfermedad el tratamiento debe complementarse con todos los medios al alcance: medicina alópata, terapias alternativas, terapia psicológica, cambio de hábitos, etc. Siempre será positivo tratar con Adaba a alguien con cáncer, pero deben manejarse con cuidado las expectativas.
Sí, se puede. En el caso de los niños –ya que estos aún no tienen desarrollado el libre albedrío- se debe contar con la autorización de los padres (o tutores). Los padres deben acompañar a los niños al centro de terapias y deben acompañarlos en la sesión.
Adaba es una técnica que puede practicarse a distancia, todos nuestros y nuestras terapeutas ofrecen sesiones a distancia, y en nuestros cursos se entregan las bases teóricas para llevarlo a cabo.
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